Todos queremos que a nuestros hijos les vaya bien en el colegio; que se saquen buenas notas, que desarrollen el gusto por aprender y tengan éxito en su vida escolar. Lo que no saben muchos padres es que hay ciertos factores familiares que pueden ayudar a que esto suceda.
ACTITUD Y CONDUCTAS DE LOS PADRES FRENTE AL APRENDIZAJE
- Nivel de involucramiento: Que los padres conozcan, se interesen por lo que sus hijos viven, hacen y aprenden en el colegio es un elemento clave en la educación de los niños. Las familias que interactúan con sus hijos en las tareas escolares, que preguntan por el trabajo que están realizando en la escuela y diferentes asignaturas, que muestran interés en el progreso escolar de los niños y que conversan acerca del valor de una buena educación; permiten que los niños y jóvenes se den cuenta de que sus familias creen que el trabajo de la escuela y que la escuela en general es importante y vale la pena hablar de ello y esforzarse por aprender más.
- Nivel de expectativas: Que los padres consideren que la educación dará a sus hijos mejores oportunidades en la vida y posibilidades de surgir, y crean que sus hijos pueden completar la enseñanza media y seguir estudios superiores, ya sea técnicos o universitarios, si se lo proponen; es clave para que los propios niños y jóvenes deseen y se esfuercen por aprender más y obtener mejores rendimientos académicos.
- Nivel de valoración activa y manifiesta de las capacidades: Cuando la familia valora explícitamente los esfuerzos y logros de sus hijos, reconoce sus talentos especiales y les hace sentir que son capaces; los niños desarrollan una percepción positiva acerca de sus propias capacidades, desarrollándose en ellos un mayor interés por aprender y asistir a la escuela.
RECURSOS RELACIONADOS CON EL APRENDIZAJE
- Disponibilidad de espacios para el estudio: Una manera de ayudar a los hijos a estudiar y hacer tareas -dos aspectos muy importantes para obtener buenos resultados académicos- es procurar en la casa un espacios adecuados para ello, sin demasiado ruido, lejos de la televisión, con buena luz y sin elementos que puedan distraer su atención.
- Disponibilidad de materiales para el aprendizaje: Las familias que ponen a disposición de sus hijos distintos tipos de materiales colaboran enormemente en su aprendizaje. Algunos materiales importantes son: libros sobre variados temas, pueden ser desde textos escolares hasta novelas y cuentos que sean de interés de los niños. Así mismo, los diarios y las revistas son un buen material y pueden versar sobre diferentes temas, como ciencia, arte, deporte, etc. Lo importante es que sean temas del interés de los niños, ya que eso los motivará a leer. Cuando las familias no tienen la posibilidad de ofrecer este tipo de materiales a sus hijos, una buena medida es pedir prestado a la escuela o a la biblioteca municipal libros, revistas, diarios u otros materiales interesantes que puedan servir para que los niños sigan aprendiendo también en la casa.
- Participación familiar en actividades recreativas y culturales: Con este tipo de actividades los niños amplían su visión de mundo y del entorno que los rodea, además de ser una buena oportunidad de interacción para los miembros de la familia. Algunas actividades posibles son ir a eventos deportivos, paseos por parques, recorrer la ciudad, ir al cine, circo, y otros lugares. Generalmente en las escuelas también se ofrecen actividades recreativas y culturales, como kermesses, bingos, obras de teatro, etc.
- Modelos parentales o familiares: La mayor parte de la conducta humana se aprende mediante la observación de modelos. De ahí la relevancia para el éxito académico de los niños el tener abuelos, tíos, padres, hermanos, primos, etc., que valoren el aprendizaje, estudio, autodisciplina, que manifiesten la importancia de trabajar duro para alcanzar las metas propuestas o que simplemente realicen actividades cotidianas relacionadas con el aprendizaje, tales como leer el diario, libros, revistas, etc.
CLIMA FAMILIAR Y ESTILOS DE CRIANZA
Las familias con climas familiares positivos y estilos de crianza adecuados generan en los niños confianza general y sentido de sí mismo positivo, orientación positiva a metas de la escuela, interés general acerca de la preparación para el futuro y ajuste positivo la escuela. Dentro de las áreas que componen el clima familiar y estilos de crianza se destacan como una influencia relevante para el desempeño escolar de los niños y jóvenes las siguientes:
- Calidad del vínculo y las relaciones: La calidad del vínculo se relaciona con el grado de cercanía y relación afectiva entre padres e hijos y cuán queridos y aceptados se sienten.
- Estilo de disciplina: Un factor relevante es que la familia emplee un estilo de disciplina más bien democrático, donde existe un adecuado uso del poder, se reconoce y respeta la autonomía de los hijos, se explica a los hijos las razones de las normas que se establecen y se permite la negociación entre todos como una forma de tomar decisiones en conjunto. Además es importante que exista acuerdo y consistencia entre los padres respecto de las normas establecidas por la familia, las cuales deben ser claras, pero sin medidas represivas. Algunos ejemplos cotidianos de reglas y rutinas con influencia positiva son mayor supervisión e incremento del tiempo que se dedica a las tareas, restricción de la televisión, asistencia de los niños a la escuela, ser firme respecto de la hora de ir a dormir, etc.
- Estilo de comunicación y resolución de conflictos: En las familias con una buena comunicación los padres escuchan activamente, dándoles una señal de que lo que dicen es importante y valorado, lo que a su vez permite al niño sentirse valioso. Por otra parte, cuando hay una comunicación fluida, los niños aprenden a expresarse y escuchar, lo que resulta muy importante a la hora de relacionarse con las personas del entorno, ya que la forma en que los niños aprenden a comunicarse en la familia determinará cómo se comunican con las demás personas.
- Formación socio afectiva: Las investigaciones han demostrado una y otra vez la gran influencia que tiene la formación socio afectiva sobre el éxito académico y social de los niños en la escuela. Uno de los pilares de la formación socio afectiva es el desarrollo en los niños de una buena autoestima, es decir, tener una buena opinión de sí mismos. Esto es fundamental pues la autoestima es uno de los elementos de mayor incidencia en la vida de las personas y tiene un gran impacto en el rendimiento escolar de los alumnos. Tener una buena imagen personal, confianza en sí mismo y ser consciente de las habilidades que se tienen depende de la actitud y modo de relacionarse de los padres con sus hijos. Para todo esto es imprescindible generar al interior de la familia un clima emocional cálido, participativo, comprensivo y focalizado en lo positivo, donde el aporte del niño sea reconocido.
Fuente: Artículo extraído desde página web Educar Chile.