Vivieron estudiantes humanistas de Antropología
El compromiso era muy simple: leer al menos un libro de Carla Guelfenbein. Ya habían abordado la introducción a la Ontología del Lenguaje de Echeverría: el poder del cuerpo, las emociones y el lenguaje. Bastaba solamente que la escritora tuviera la disposición a encontrarse con ellos en su clase, en su sala. Era difícil, porque significaba postergar el almuerzo. Mala hora. Pero la clase del jueves 24 de Julio quedará grabada mucho tiempo en el corazón y la mente de 25 estudiantes que durante 2 horas compartieron desde la intimidad de las propias emociones, el valor de creer y jugarse por un sueño.
Preguntas, reflexiones, risas, respuestas y una conexión emocional que fue inmediata se vivió desde el primer momento. Al final de la clase, cada estudiante le fue expresando a Carla que “ se llevaba” de aquella experiencia ( una clase con una escritora de renombre: frente a frente la obra y su autora). Lo que pretendía ser un cierre de la clase, se convirtió en una ola de emociones, de gratitud, ternura, compasión y esperanza, que terminaron por conmover a Carla Guelfenbein.